Un día soleado en Los Ángeles, Holly estaba en una cafetería leyendo un libro mientras disfrutaba de un café caliente. De repente, un hombre alto y guapo entró en la cafetería y ella no pudo evitar fijarse en él. Luke se acercó a ella y le preguntó si podía compartir la mesa. Holly asintió y los dos comenzaron a hablar. Resultó que compartían intereses en común, como el amor por la música y viajar. La química fue instantánea entre ellos y continuaron conversando durante horas. Holly no podía creer lo bien que se llevaban y cuánto disfrutaba de la compañía de Luke. Después de su primer encuentro, Luke y Holly comenzaron a salir, visitar lugares interesantes en la ciudad, ir al cine y pasar tiempo juntos. Descubrieron que eran el complemento perfecto el uno para el otro y rápidamente se enamoraron. Ahora, años más tarde, Holly y Luke están felizmente casados y recuerdan con cariño este día en la cafetería como el principio de su amor.