Luther-Adler y Julia-Roche se conocieron en el extranjero, mientras estaban de vacaciones en la misma ciudad europea. Durante su estadía en la ciudad, ambos se encontraron un par de veces en cafés y lugares turísticos, y aunque no intercambiaron una palabra, se notaba que había una clara atracción mutua. Un día, mientras paseaba por el centro de la ciudad, Luther-Adler se encontró con un lindo gato callejero que parecía necesitar ayuda. Mientras intentaba ayudar al gato, Julia-Roche se acercó, y juntos pudieron rescatar al felino. A partir de ese momento, Luther-Adler y Julia-Roche comenzaron a compartir tiempo juntos mientras exploraban la ciudad y descubrían nuevos lugares. Después de unos días juntos, se dieron cuenta de que tenían una gran conexión y decidieron seguir en contacto cuando regresaran a sus respectivos países. Gracias a ese encuentro casual con el gato callejero, Luther-Adler y Julia-Roche se dieron cuenta de que la vida puede sorprendernos en cualquier momento y que las mejores conexiones pueden surgir cuando menos lo esperamos.
