La relación entre Lynn Remar y Orson Welles se remonta a finales de los años 70, cuando Remar trabajaba como asistente de producción y ayudante de dirección en varios proyectos de cine y televisión. En ese momento, Welles estaba trabajando en su último proyecto, The Other Side of the Wind, una película que tardó más de 15 años en completarse. Remar fue contratada para trabajar en la película y rápidamente se hizo amiga de Welles, quien quedó impresionado con su trabajo en el set. Durante el proceso de producción, Remar comenzó a desarrollar una estrecha relación con Welles, actuando como su asistente personal y trabajando con él en una serie de proyectos posteriores. Según los informes, Remar y Welles compartían una gran cantidad de intereses comunes, y a menudo pasaban horas discutiendo política, cine y arte en general. A medida que su relación se profundizaba, Welles comenzó a confiar más en Remar y a confiar en su juicio en varios proyectos. Finalmente, después de la muerte de Welles en 1985, Remar se convirtió en una defensora de su legado, trabajando para preservar sus películas y ayudar a promover su obra. Hasta el día de hoy, la relación entre Lynn Remar y Orson Welles sigue siendo una de las asociaciones más notables en la historia del cine.