Agnieszka Wodarczyk y Maciej Grenda se conocieron en una conferencia en Polonia. Los dos estaban allí para hablar sobre su propia investigación en el campo de la tecnología y la inteligencia artificial. Al final de la conferencia, ambos coincidieron en la cena y comenzaron a hablar sobre sus intereses compartidos. Descubrieron que tenían mucho en común, no solo profesionalmente, sino también en términos de sus pasatiempos y valores personales. Después de la cena, intercambiaron sus números de teléfono y correos electrónicos. Empezaron a hablar y a enviarse mensajes regularmente. Un día, Agnieszka invitó a Maciej a tomar un café y hablar más sobre su trabajo. A partir de ahí, comenzaron a colaborar en diversos proyectos. Con el tiempo, su relación se transformó de una amistad profesional en una relación más cercana y personal. Comenzaron a salir juntos y a conocer más detalles de sus vidas. Ahora, son una pareja feliz, que trabajan juntos y aprecian las diferencias que tienen, pero también las cosas que tienen en común.
