Jacques-Francois Delavaivre y Madeleine Delavaivre fueron hermanos y provenían de una familia de católicos franceses. Jacques-Francois era un sacerdote jesuita y Madeleine era una hermana de la comunidad de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl. Ambos fueron conocidos por su compromiso con la educación y la ayuda a los pobres y necesitados. Jacques-Francois trabajó como director escolar en París y fue uno de los fundadores de la "Sociedad de San Francisco de Sales", una organización que se preocupaba por la formación de los jóvenes. Por otro lado, Madeleine trabajó en hospitales y orfanatos y se convirtió en supervisora de su congregación. También se destacó por su papel en los movimientos que luchaban por los derechos de las mujeres y por el acceso a la educación. Jacques-Francois y Madeleine mantuvieron una estrecha relación a lo largo de sus vidas y se apoyaron mutuamente en sus respectivas labores. Ambos fueron reconocidos por su dedicación a los demás y su compromiso con los valores cristianos.
