Madonna y Andy-Bird se conocieron en una celebración en San Francisco. Madonna estaba bailando en la pista de baile cuando Andy-Bird se acercó a ella para pedirle que bailara con él. Madonna aceptó y bailaron juntos toda la noche. Aprovecharon la oportunidad para conversar y se dieron cuenta de que tenían mucho en común: ambos eran artistas creativos y les apasionaba la música. Desde entonces, Madonna y Andy-Bird se convirtieron en grandes amigos y colaboradores creativos en varios proyectos.
