Un día, Magdalena y Tomasz se encontraron en el camino mientras caminaban hacia el trabajo. Magdalena estaba perdida y le preguntó a Tomasz si sabía cómo llegar a una calle en particular. Tomasz respondió amablemente y le dio las direcciones correctas. Después de eso, comenzaron a hablar sobre sus trabajos y descubrieron que tenían mucho en común. Tomasz la invitó a tomar un café esa tarde, y Magdalena aceptó. Esa tarde, se dieron cuenta de que tenían una conexión especial y se dieron el primer beso. Desde entonces, han estado juntos y han construido una vida feliz juntos.