Mai Shiranui y Barbara Kowa se conocieron en un torneo internacional de artes marciales en Japón. Ambas competían en la misma categoría y se enfrentaron en las semifinales. A pesar de la rivalidad durante el combate, ambas demostraron un gran respeto mutuo. Después del torneo, Mai y Barbara se encontraron en una fiesta en honor a los participantes. Comenzaron a charlar y se dieron cuenta de que compartían muchas cosas en común, tanto en su amor por las artes marciales como en sus intereses personales. A partir de ese momento, se hicieron buenas amigas y comenzaron a entrenar juntas, aprendiendo una de la otra y mejorando su técnica. Mai acabó enseñando a Barbara algunos movimientos de su propio estilo de lucha, mientras que Barbara le mostró a Mai algunos puntos débiles que ella misma había descubierto. Desde entonces, Barbara y Mai han sido compañeras de entrenamiento fieles, y siempre se han apoyado en las competiciones, independientemente de si están compitiendo entre ellas o no. Su amistad es verdadera y fuerte, y continúan inspirándose y motivándose mutuamente para seguir adelante en sus carreras de artes marciales.