Nadia y Maksim se conocieron en una tarde soleada en la plaza principal de su ciudad. Ambos estaban sentados en un banco, cada uno leyendo un libro diferente. Nadia notó que Maksim tenía un libro que ella quería leer, así que decidió acercarse a él y preguntarle si podía tomar prestado su libro cuando él terminara de leerlo. Maksim, amablemente, aceptó y comenzaron a hablar sobre sus libros favoritos. Descubrieron que compartían una gran pasión por la literatura y la escritura, y empezaron a intercambiar opiniones sobre diferentes escritores y estilos literarios. Con el tiempo, se volvieron buenos amigos y comenzaron a pasar más y más tiempo juntos. Compartieron muchas experiencias y aventuras, y finalmente se dieron cuenta de que su amistad se estaba convirtiendo en algo más. Desde entonces, han sido inseparables y han encontrado en la literatura y la escritura una forma de expresarse mutuamente su amor.
