Un día, Art-Aragon estaba explorando las calles de Hollywood cuando vio a Mamie-Van-Doren caminando por la acera. Quedó impresionado por su belleza y decidió acercarse a ella para comenzar una conversación. Mamie, al principio, estaba un poco sorprendida por el acercamiento, pero pronto se dio cuenta de que Art era un hombre interesante y decidido. Los dos comenzaron a hablar sobre el cine y la música, y descubrieron que compartían una pasión por el arte. La conversación fluyó sin esfuerzo, y Art y Mamie se dieron cuenta rápidamente de que tenían una conexión especial. Decidieron intercambiar información de contacto, y se prometieron mantenerse en contacto. A partir de ese día, Art y Mamie comenzaron a salir juntos regularmente, explorando la ciudad juntos y compartiendo su amor por la vida y el arte. Se convirtieron en grandes amigos, y desde entonces han colaborado en numerosos proyectos de cine y música juntos. Su relación es una prueba de que la amistad verdadera puede surgir de los encuentros fortuitos.
