Un día soleado, Cheryl-Holdridge estaba caminando por la playa cuando de repente sintió un pequeño empujón detrás de ella. Giró para ver quién había sido y se encontró con un apuesto joven, Manning J. Post, que estaba buscando su pelota de fútbol perdida. Cheryl inmediatamente sintió una conexión con él y decidió ayudarle a encontrar su pelota. Mientras caminaban juntos, descubrieron que tenían mucho en común y comenzaron a hablar sobre sus vidas. Era como si hubieran sido amigos de toda la vida. Después de encontrar la pelota, Manning invitó a Cheryl a tomar un helado y juntos siguieron disfrutando de la tarde. Durante las semanas siguientes, se encontraron varias veces en la playa y cada vez se dieron cuenta de que estaban enamorándose. Finalmente, Manning le pidió a Cheryl que fuera su novia y ella aceptó de inmediato. Con el tiempo, su amor creció y se casaron en la misma playa donde se habían conocido. Nunca olvidaron ese día soleado en la playa y siempre supieron que se habían encontrado el uno al otro por una razón.