Mientras caminaban por el parque de la ciudad, Manu y Silvia se toparon accidentalmente. Fue un pequeño choque que los llevó a intercambiar unas palabras de disculpa y risas. Instantáneamente, sintieron una conexión especial entre ellos. Después de unos minutos de charla, descubrieron que compartían pasatiempos como la música y el cine. Decidieron encontrarse en un bar cercano para seguir conversando. Durante toda la noche, hablaron sobre todo, desde sus canciones favoritas hasta lo que querían hacer con sus vidas. En ese momento, supieron que habían encontrado a alguien especial. Desde entonces, Manu y Silvia no se separaron más y comenzaron una larga y feliz relación juntos.