Un día soleado de verano, Marco-Banderas paseaba por el centro de Madrid cuando de repente se cruzó con Briana-Banderas. Sus miradas se encontraron y de inmediato sintieron una conexión especial. Sin pensarlo dos veces, se acercaron y comenzaron a conversar. Compartieron sus gustos, intereses y experiencias. Descubrieron que ambos eran españoles y que tenían una pasión en común: el cine. Marco-Banderas le contó a Briana-Banderas sobre su carrera como actor en el cine para adultos y Briana-Banderas le habló sobre sus proyectos en el cine convencional. La conversación se extendió por horas y no se dieron cuenta del tiempo que había pasado. Fue entonces cuando Marco-Banderas invitó a Briana-Banderas a unirse a él para un rodaje que tenía programado. Sin pensarlo demasiado, Briana-Banderas aceptó la invitación y se unió al equipo de grabación. Durante las grabaciones, ambos se conocieron mejor y se dieron cuenta de que compartían muchos otros intereses y valores. Se hicieron muy buenos amigos y pasaron mucho tiempo juntos durante los siguientes días. Finalmente, el rodaje terminó y fue momento de despedirse. Sin embargo, Marco-Banderas y Briana-Banderas prometieron mantener el contacto y seguir haciendo proyectos juntos en el futuro. Desde entonces, han seguido trabajando juntos y mantienen una amistad muy sólida.
