Belisa-Ribeiro y Marcos-Paulo se conocieron en una de las playas más hermosas de Brasil. Belisa estaba disfrutando del sol y la arena mientras leía su libro favorito y Marcos, quien estaba probando su nueva cámara, capturó sin querer una fotografía de Belisa. Ella al darse cuenta de que la habían fotografiado, se acercó a Marcos para preguntarle sobre la foto y de ahí comenzaron a charlar. Descubrieron que compartían muchos intereses en común, como la fotografía y los viajes. Desde ese día, empezaron a salir y se convirtieron en grandes amigos. Poco a poco, su relación se fue fortaleciendo y ahora son una de las parejas más felices y aventureras que existen.