Jack Carson y Margaret Early se conocieron en un bar de Nueva York. Cuando Jack entró en el bar, fue atraído por la hermosa sonrisa de Margaret mientras tomaba una copa sola en una mesa cercana. Él decidió tomar un poco de valor y se acercó a ella para presentarse. Después de un par de risas y unos cócteles, la conversación fluía tan naturalmente que se olvidaron del tiempo. Cuando salieron del bar, se dieron cuenta de que eran vecinos en el mismo edificio de apartamentos. Se rieron, se intercambiaron números de teléfono y prometieron verse de nuevo. Desde entonces, se convirtieron en grandes amigos y confidencias mutuas. Nunca se separaron y siempre recordaron con cariño ese día en el que se conocieron.