Margaret-sheridan y William-pattison se conocieron en una cafetería en el centro de la ciudad. Ambos estuvieron en la fila para pedir su café y casualmente se encontraron con la mirada del otro. William, siendo muy galante, le permitió a Margaret que tomara su turno para hacer el pedido primero. Después de pedir su café, Margaret se dio cuenta de que había dejado su billetera en casa y no tenía suficiente dinero para comprar su bebida. William rápidamente ofreció pagar por ella y, con una sonrisa agradecida, Margaret aceptó su oferta. Desde ese día, Margaret y William comenzaron a hablar y descubrieron que tenían muchas cosas en común. Así fue como comenzó su historia de amor.