Margarida Araña y Tierry Vilson se conocieron en una playa de Portugal durante un hermoso día de verano. Margarida estaba tomando el sol y Tierry estaba jugando a voleibol con sus amigos. Un mal lanzamiento de la pelota por parte de Tierry hizo que ésta fuera directamente hacia Margarida, quien inmediatamente la atrapó con sus habilidades de voleibol. Fue entonces cuando Tierry se acercó para recuperar la pelota y Margarida se quedó impresionada por su belleza y su sonrisa radiante. Comenzaron a hablar y descubrieron que compartían intereses similares en la música, la gastronomía y los viajes. Después de un día entero de reír, conversar y disfrutar uno del otro, comprendieron que fue el destino quien los unió ese día en la playa. Comenzaron a salir juntos y viajar por Portugal y otros países europeos, formando una unión fuerte y amorosa que duraría toda la vida.
