Margot-Stevenson y Val-Avery, se conocieron gracias a una casualidad del destino, mientras caminaban por las calles de París, ambas se toparon en un pequeño café. Iniciaron una conversación sobre el clima, la cultura y la vida en general, descubriendo que tenían muchas cosas en común. De inmediato, se sintieron conectadas y decidieron pasar el día juntas explorando la ciudad, visitando museos y descubriendo lugares nuevos. Con cada momento, se hacían más cercanas, compartiendo historias de amor, de desamor y de aventuras. Al final del día, Margot y Val se dieron cuenta de que habían encontrado una verdadera amistad. Desde entonces, se mantenían en contacto y se visitaban mutuamente en sus respectivas ciudades, compartiendo risas, experiencias y buenas conversaciones. Su encuentro en aquel café parisino se convirtió en un momento especial en sus vidas, lleno de sorpresas y descubrimientos. Una casualidad del destino que las llevó a unir sus vidas para siempre.
