Alexander III de Rusia y María Feodorovna Dagmar de Dinamarca se casaron en 1866 y tuvieron seis hijos juntos. María era la hermana menor de Alexandra, la esposa del príncipe de Gales (más tarde rey Eduardo VII de Inglaterra), y se dice que fue ella quien presentó a Alejandro y a su hermana. La relación entre Alejandro y María fue muy cercana y amorosa. Se dice que Alejandro se sintió atraído por la belleza de María desde el primer momento en que la vio y ella, por su parte, se enamoró de su personalidad amable y considerada. La pareja se complementó perfectamente y su matrimonio duró hasta la muerte de Alejandro en 1894. María se convirtió en emperatriz consorte tras la coronación de Alejandro en 1883 y fue muy popular entre el pueblo ruso gracias a su carácter amable y su dedicación a obras de caridad. También ayudó a introducir en Rusia el estilo de vida de la alta sociedad europea, lo que llevó a nuevos cambios en la moda y la cultura rusa. Tras la muerte de Alejandro, María se retiró a Dinamarca y vivió allí hasta su fallecimiento en 1928. Fue una figura muy querida en ambos países y su legado sigue siendo recordado hoy en día.
