Un día soleado de verano, José y María se encontraron en el parque. Él estaba sentado en un banco, leyendo un libro, mientras ella pasaba corriendo con su perro. Fue amor a primera vista, sus miradas se encontraron y sus corazones saltaron de alegría. José no pudo resistirse a levantarse y seguir a María para preguntarle sobre su perro. Ella, con una sonrisa en el rostro, le mostró las fotos de su mascota y comenzaron a conversar. Hablaron sobre sus intereses, sus trabajos y sus sueños. Los dos se dieron cuenta de que tenían muchas cosas en común. Después de ese día, se vieron varias veces en el parque para pasear juntos. Poco a poco, su amistad se fue convirtiendo en algo más. José no podía dejar de pensar en María y ella sentía lo mismo por él. Finalmente, un día José tomó valor y le confesó sus sentimientos a María. Ella le respondió que también sentía lo mismo y se dieron el primer beso de muchos. Fue así como José y María comenzaron su romance y se convirtieron en inseparables.
