La relación entre Afonso VI de Portugal y Maria Francisca de Saboya fue breve y complicada. Afonso VI, que había sido declarado legalmente incapaz debido a problemas mentales, se casó con la princesa italiana en 1666 en un intento de fortalecer las relaciones diplomáticas entre Portugal y Saboya. Sin embargo, el matrimonio no resultó feliz. Afonso VI era conocido por su carácter violento y posesivo, y su comportamiento hacia su esposa era inapropiado e incluso cruel en ocasiones. Maria Francisca se sintió atrapada en un matrimonio infeliz y se alejó de su esposo siempre que pudo. En 1667, Afonso VI fue depuesto por su hermano Pedro II y Maria Francisca fue obligada a huir de Portugal. Pasó los siguientes años de su vida en Italia, donde se convirtió en mecenas de las artes y las ciencias. Nunca volvió a ver a su esposo, quien murió en 1683. En resumen, la relación entre Afonso VI de Portugal y Maria Francisca de Saboya fue desafortunada y estratégica en su origen, pero terminó en un matrimonio infeliz y turbulento.