María Francisca de Saboya fue la esposa del rey Pedro II de Portugal. Se casaron en 1687 y tuvieron cuatro hijos juntos. María Francisca fue la única esposa de Pedro II y se cree que fue muy influyente en él, lo que le llevó a tomar importantes decisiones como rey. Durante el reinado de Pedro II, Portugal se vio envuelto en varias guerras y conflictos internos. María Francisca jugó un papel importante en la política portuguesa, a menudo defendiendo los intereses del país y aconsejando a su esposo. Desafortunadamente, María Francisca murió en 1726, después de 39 años de matrimonio con Pedro II. Su muerte fue un gran golpe para el rey, quien la había amado profundamente. Su esposo también murió poco después, en 1706. En general, la relación entre María Francisca y Pedro II fue aparentemente muy armoniosa y leal. A pesar de los desafíos que enfrentaron, lograron mantener una estrecha relación durante toda su vida juntos.
