Joan y Maria se conocieron en un evento de fotografía en Nueva York, donde ambos fueron invitados como oradores. Joan, como fotógrafo veterano, estaba en el escenario hablando sobre su experiencia como fotógrafo de retratos mientras que Maria se presentaba como una joven fotógrafa que se enfocaba en la naturaleza y los paisajes urbanos. Después del evento, Joan y Maria se encontraron en la zona de recepción y comenzaron a hablar sobre su amor por la fotografía. A pesar de tener estilos muy diferentes, se dieron cuenta de que compartían una pasión por contar historias a través de sus fotos. En las siguientes semanas, Joan y Maria comenzaron a colaborar juntos en proyectos de fotografía, compartiendo sus conocimientos y técnicas. Pronto se dieron cuenta de que sus diferencias creativas eran lo que los hacía trabajar tan bien juntos, y se convirtieron en grandes amigos y compañeros de trabajo en el mundo de la fotografía.
