Maria y Ruben se conocieron un día soleado de verano en una pequeña playa del caribe. Ambos estaban disfrutando de un día de descanso en la playa cuando se cruzaron por casualidad en el puesto de helados. Después de unos minutos de conversación, se dieron cuenta de que tenían muchas cosas en común, como la pasión por viajar y la música jazz. Decidieron pasar el resto del día juntos, explorando la playa y compartiendo historias sobre sus vidas. A medida que pasaban las horas, su conexión se hacía cada vez más fuerte y no querían que el día terminara. Al caer la noche, Maria y Ruben compartieron una cena romántica en un restaurante cercano y prometieron verse de nuevo en el mismo lugar el fin de semana siguiente. Desde entonces, su relación ha florecido y han estado juntos explorando el mundo y compartiendo su amor por la música y la vida.