Mariana estaba caminando por la calle cuando vio a Agustín tocando su guitarra en una esquina. Quedó impresionada por su talento musical y decidió acercarse para felicitarlo. Agustín, que normalmente es un poco tímido con desconocidos, se sintió cómodo con ella desde el primer momento. Después de charlar por un rato, Agustín le preguntó a Mariana si le gustaría unirse a él para tomar algo en un café cercano. Mariana aceptó y pasaron la tarde hablando sobre música, arte y sus planes para el futuro. A partir de ese día, Agustín y Mariana se volvieron inseparables. Se encontraban regularmente para tocar música juntos, ir a exposiciones y simplemente pasar tiempo juntos. Su amistad se hizo cada vez más fuerte hasta que finalmente se dieron cuenta de que eran mucho más que amigos y decidieron empezar una relación amorosa. Ahora, años después, siguen juntos y comparten una pasión por la música y el arte que nunca ha disminuido.