Edward Callahan y Marie McDonald se conocieron en la cafetería de un museo de arte. Ambos estaban solos, pero disfrutando de la exposición. Edward se acercó a Marie para preguntarle su opinión sobre una pintura, y el resto es historia. Desde entonces, han compartido su amor por el arte y han viajado juntos a exposiciones en todo el mundo. Además, descubrieron que tienen intereses comunes en la literatura y la música clásica. La conexión fue instantánea y han estado juntos desde ese día en la cafetería del museo.