La relación entre Marlene Dietrich y Marilyn Monroe ha sido descrita como una mezcla de amistad, rivalidad y admiración mutua. Ambas mujeres eran iconos de la industria del cine en su época. Dietrich, nacida en Alemania en 1901, se hizo famosa por su belleza y talento como actriz y cantante en los años 20 y 30, tanto en Europa como en Hollywood. Por su parte, Monroe nació en 1926 en Estados Unidos y se convirtió en una de las actrices más famosas del mundo en los años 50 y 60, gracias a su sensualidad y carisma. Aunque no se sabe a ciencia cierta cuándo se conocieron Dietrich y Monroe, se cree que fue a principios de los años 50, cuando ambas eran estrellas en Hollywood. Según algunos testimonios, su primera interacción fue un encuentro casual en la casa del director Billy Wilder, quien había trabajado con ambas. Aunque compartían ciertas similitudes en su estilo y personalidad, Dietrich y Monroe eran muy diferentes entre sí. Dietrich era una mujer sofisticada y elegante, con un cierto aire andrógino en su forma de vestir y actuar, mientras que Monroe era más bien una femme fatale, con una personalidad dulce y vulnerable, pero también con una gran sensualidad. A lo largo de los años, las dos actrices mantuvieron una relación de amistad y colaboración profesional. Se dice que Dietrich tuvo un papel importante en el ascenso de Monroe como estrella, al presentarla a importantes figuras del cine y apoyarla en su carrera. Sin embargo, también hubo cierta rivalidad entre las dos. Se dice que Dietrich se sentía amenazada por el carisma y la belleza de Monroe, y que había comentado en privado que la joven actriz no tenía talento. Por su parte, Monroe admiraba profundamente a Dietrich y solía imitar su estilo de vestir y maquillarse. En resumen, la relación entre Marlene Dietrich y Marilyn Monroe fue una mezcla de admiración, rivalidad y amistad. Ambas mujeres dejaron un legado importante en la historia del cine, y su influencia se sigue sintiendo en la industria del entretenimiento moderna.
