Mario Gómez y Raquel Palma se conocieron en una cafetería de la ciudad. Ambos estaban esperando a sus respectivos amigos, quienes se habían retrasado. Mario, al ver a Raquel sola, decidió acercarse y entablar conversación con ella. Raquel, quien se encontraba en una situación un tanto incómoda, se sintió agradecida por la compañía y pronto descubrieron que tenían muchas cosas en común, como su amor por la música y la literatura. Los dos se llevaron tan bien que, cuando sus respectivos amigos finalmente llegaron, decidieron quedarse juntos y tomar unas copas en un bar cercano. Desde ese día, Mario y Raquel han estado juntos y su amor no ha dejado de crecer.
