Bruce MacFarlane tenía un pequeño negocio de reparación de electrodomésticos en la ciudad de Glasgow, Escocia. Un día, Marion Burns llevó su nevera rota a la tienda de Bruce para que la arreglara. Mientras Bruce trabajaba en la nevera, Marion se quedó allí para observar y charlar con él. Descubrieron que tenían muchas cosas en común y se llevaron muy bien. Después de arreglar la nevera, Bruce le propuso a Marion tomar un café juntos para continuar la conversación. Marion aceptó y así comenzó su historia de amor.