Gonzalo y Marisela se conocieron en una fiesta en la playa durante el verano. Gonzalo estaba jugando vóley con sus amigos y Marisela estaba paseando por la orilla del mar cuando de repente la pelota cayó cerca de ella. Gonzalo se acercó para recogerla y en ese momento sus ojos se encontraron. Ambos se sonrieron y Gonzalo le preguntó si quería unirse al juego. Marisela aceptó encantada y desde entonces no se han separado.