Mark-Damon y Molly-Bee se conocieron en una pequeña cafetería en el centro de la ciudad. Ambos estaban sentados en diferentes mesas, cada uno con su portátil, y parecían sumergidos en su trabajo. De repente, se quedó sin batería en el portátil de Mark, y comenzó a buscar su cargador en su mochila, pero sin éxito. Frustrado y agobiado, se levantó de la mesa y se dirigió a la barra para pedir un café. Allí se encontró con Molly, quien le ofreció amablemente su cargador. Entablaron una conversación casual mientras Mark cargaba su portátil. Descubrieron que tenían muchos intereses y hobbies en común, y terminaron intercambiando números de teléfono. Desde entonces, no se han separado y su amistad se ha convertido en una historia de amor.