Daveed-Ajian y Mark-Harris se conocieron en un bar de la ciudad. Ellos estaban sentados en la barra y comenzaron a conversar sobre sus intereses y hobbies. Resulta que tenían muchas cosas en común, como el amor por el cine clásico y la música jazz. Después de unas cuantas cervezas y risas, se dieron cuenta de que vivían muy cerca el uno del otro y decidieron intercambiar números de teléfono. Desde esa noche, se volvieron buenos amigos y comenzaron a asistir juntos a festivales de cine y conciertos de jazz. Incluso, colaboraron en un cortometraje que resultó ser un éxito en un festival de cine independiente. Hoy en día, siguen siendo grandes amigos y siguen compartiendo sus pasiones juntos.
