Un día soleado en la playa de Santa Mónica, Mark-Philippoussis fue a pasear y ver el mar. De repente, se topó con Alexis-Barbara, quien estaba tomando el sol en la arena. Sus miradas se encontraron y las chispas saltaron entre ellos. Sin pensarlo dos veces, Alexis-Barbara se acercó a Mark-Philippoussis y comenzaron a platicar sobre serendipias, la vida en la playa y el amor por el tenis. Descubrieron que ambos eran aficionados a este deporte, y decidieron jugar juntos un partido amistoso. Durante el partido, Mark-Philippoussis y Alexis-Barbara se divirtieron y demostraron sus habilidades en la cancha. Al terminar el partido, intercambiaron números de teléfono y prometieron jugar más partidos juntos. De esta forma, el romance entre Mark-Philippoussis y Alexis-Barbara comenzó gracias a un encuentro casual en la playa y su amor por el tenis. Desde entonces, han sido una pareja inseparable y han demostrado que el amor verdadero puede surgir en cualquier momento y lugar.
