Mark-Philippoussis y Mary-Sanks se conocieron durante un partido de tenis en el Miami Open. Mark estaba compitiendo contra otro jugador, mientras que Mary estaba sentada en las gradas disfrutando del juego. A mitad del partido, un balón salió volando de la cancha y golpeó a Mary en la cabeza, lo que la hizo caer al suelo. Mark, que había estado corriendo para alcanzar la pelota, vio lo que había sucedido y, sin pensarlo dos veces, corrió hacia Mary para asegurarse de que estaba bien. Afortunadamente, solo había sido un pequeño golpe y Mary se recuperó rápidamente. Mark se disculpó por lo que había sucedido y la invitó a tomar un café después del partido. Mary aceptó y así comenzó su historia de amor.
