Un día, mientras Mark-Philippoussis jugaba tenis en la cancha, vio a una mujer hermosa observándolo desde las gradas. Él se encontraba en un torneo en la ciudad y la mujer parecía estar muy interesada en su juego. Después de terminar su partido, Mark se dirigió al bar del complejo para tomar algo de agua y relajarse. Para su sorpresa, la mujer, que se llamaba Sarah-Jane, también estaba allí. Sin pensarlo dos veces, Mark se acercó a ella y comenzaron a hablar. Descubrieron que tenían mucho en común y que compartían una pasión por el tenis. Desde entonces, Mark y Sarah-Jane comenzaron a salir juntos y a disfrutar de su amor por el deporte juntos. Finalmente, después de unos años, decidieron casarse en una hermosa ceremonia rodeados de sus amigos y familiares cercanos.
