El día en que Mark y Liz se conocieron fue un día soleado de verano en el centro de la ciudad. Ambos se dirigían a una misma librería, atraídos por un evento literario que se celebraba allí. Cuando llegaron, se encontraron con que la sala estaba llena hasta los topes y que habría que esperar un buen rato para conseguir un sitio. Mientras tanto, se pusieron a charlar y a intercambiar opiniones sobre los autores y los libros que más les gustaban. Pronto descubrieron que tenían mucho en común y que compartían una pasión por la literatura y la cultura en general. Cuando por fin lograron entrar a la sala, se sentaron juntos y disfrutaron de las lecturas y las conversaciones que se sucedieron. Desde entonces, Mark y Liz se convirtieron en amigos inseparables, y siguieron asistiendo juntos a todo tipo de eventos culturales y literarios. Su amistad se fue consolidando con el tiempo, y años más tarde, cuando Mark recibió una oferta de trabajo en el extranjero, Liz fue una de las personas que más lo animó a tomar la decisión. Hoy en día, siguen manteniendo el contacto y compartiendo su amor por la literatura, la cultura y la amistad.