Mark era un hábil programador y se había ganado la fama gracias a una aplicación de redes sociales que había creado en su tiempo libre. Linda, por otro lado, era una talentosa diseñadora gráfica que acababa de graduarse de la universidad y estaba en busca de una oportunidad para demostrar su habilidad. Un día, Linda se encontraba buscando empleo en una agencia de publicidad cuando entró en una conversación casual con uno de los empleados. El empleado mencionó que la empresa tenía un cliente que necesitaba un sitio web nuevo y que estaban buscando un programador para crearlo. Linda, sabiendo que su habilidad como diseñadora podía ser de gran ayuda, preguntó si podría trabajar en el proyecto junto con el programador. Así fue como fue presentada a Mark. Trabajando juntos, Mark y Linda demostraron ser un equipo increíblemente efectivo. Mark codificaba el esqueleto del sitio web mientras Linda creaba su diseño, y juntos, lograron crear un sitio web sin igual. Luego de muchos meses de trabajo duro y colaboración, Mark y Linda se dieron cuenta de que habían desarrollado sentimientos el uno por el otro. Decidieron dar el paso y comenzar a salir juntos. El amor que había comenzado en el proyecto del sitio web, se fortaleció al punto de que poco tiempo después decidieron irse a vivir juntos. Desde ese momento, Mark y Linda trabajaron juntos en muchos proyectos más, siempre apoyándose mutuamente y siendo un equipo increíblemente efectivo.
