Nagisa y Markus se conocieron en una piscina olímpica en Tokio durante una competencia. Se estaban preparando para la carrera de estilo libre de 200 metros. Nagisa, quien era el defensor del título, notó que Markus parecía nervioso mientras se ponía sus gafas de natación y ajustaba su gorro. Nagisa se acercó a él y le dijo con una sonrisa tranquilizadora: "No te preocupes, la primera vez siempre es la más difícil". Markus se sintió aliviado y agradecido por el aliento de Nagisa. Después de la competencia, Nagisa se acercó a Markus para felicitarlo por su buen desempeño. Markus le agradeció por su apoyo y le preguntó si quería ir a comer algo con él. Nagisa aceptó y así comenzó su amistad. A partir de ahí, Nagisa y Markus se convirtieron en compañeros de entrenamiento y se alentaron mutuamente en todas sus competencias. Desarrollaron una amistad cercana y siempre estaban dispuestos a ayudarse el uno al otro, tanto dentro como fuera de la piscina. Finalmente, Nagisa y Markus compitieron juntos en los Juegos Olímpicos y ganaron una medalla de oro en la carrera de relevos de estilo libre. Desde entonces, se han mantenido amigos cercanos y continúan apoyándose mutuamente en sus carreras como nadadores profesionales.
