Martha y Cristiana se conocieron mientras estudiaban juntas en la universidad. Las dos estaban en el mismo curso de literatura y rápidamente descubrieron que compartían la misma pasión por las historias y la poesía. Con el tiempo, se hicieron amigas cercanas y empezaron a colaborar en proyectos creativos. Por su parte, Alberto y Ventosa se conocieron en una reunión de amigos comunes. Alberto era un contador de historias nato y Ventosa disfrutaba escuchando sus anécdotas extravagantes. A medida que pasaba la noche, ambos se dieron cuenta de que compartían el mismo sentido del humor y pronto se volvieron inseparables. Un día, Martha y Cristiana asistieron a una fiesta junto a Alberto y Ventosa. A medida que la noche avanzaba, los cuatro empezaron a intercambiar historias y poemas, y eventualmente comenzaron a colaborar en proyectos juntos. Desde entonces, han sido un equipo inseparable de creadores y amigos, y han pasado innumerables noches compartiendo historias y risas juntos.
