Martha y Cristiana se conocieron en la universidad cuando compartieron una clase de literatura. Después de unirse a un grupo de estudio juntas, se convirtieron en amigas cercanas y compartieron muchas risas y tardes de café juntas. Por otro lado, Raúl y Martínez-Ostos se conocieron cuando ambos trabajaban en una empresa de tecnología. Raúl fue asignado como mentor del nuevo empleado, Martínez-Ostos, y rápidamente se dieron cuenta de que compartían intereses similares en tecnología y emprendimiento. Poco después de conocer a sus respectivas parejas, Martha y Raúl se encontraron en un evento de networking y descubrieron que compartían un interés en el marketing digital. Se unieron para lanzar una agencia de publicidad en línea y rápidamente convirtieron a sus antiguos compañeros de clase y colegas en clientes leales. Desde entonces, se han convertido en un equipo exitoso y bien respetado en su industria.
