Martin Del Toro y Sarolta Zalatnay se conocieron en una cálida tarde de verano en una pequeña cafetería de Budapest. Martin estaba sentado en una de las mesas, disfrutando de un café y revisando su correo electrónico en su teléfono mientras Sarolta ordenaba su bebida en el mostrador. Cuando Sarolta se dio vuelta con su bebida en la mano, accidentalmente chocó su codo con Martin, derramando un poco de su bebida en su camisa. Martin se sorprendió, pero Sarolta se disculpó sinceramente y se ofreció a pagar por limpiar su camisa. Después de charlar un poco más, se dieron cuenta de que tenían mucho en común en cuanto a sus intereses por la música y la literatura, y decidieron seguir charlando en un parque cercano. Así comenzó su amistad, que floreció en una hermosa relación amorosa.
