Gloria DeHaven y Martin Kimmell fueron un matrimonio estadounidense que duró desde 1953 hasta la muerte de Kimmell en 1966. Kimmell era un ejecutivo de la compañía de discos Coral Records, donde DeHaven había firmado para grabar algunas canciones. Se conocieron en una fiesta y comenzaron a salir juntos poco después. En 1954 tuvieron su único hijo, Harry Kimmell. La familia vivió en Beverly Hills y Kimmell continuó trabajando en la industria discográfica mientras DeHaven seguía actuando y trabajando en cine y televisión. Desafortunadamente, la relación se vio empañada por el alcoholismo de Kimmell. En 1963, DeHaven pidió el divorcio, pero Kimmell se negó a firmar los papeles. Finalmente, en junio de 1965, se divorciaron después de que DeHaven amenazara con demandar a Kimmell si no firmaba los papeles de divorcio. Kimmell murió un año después debido a problemas de salud relacionados con su alcoholismo. DeHaven siempre habló con cariño de él en las entrevistas posteriores y dijo que siempre mantendría su memoria viva.
