Eric Siepmann y Mary Wesley fueron amantes durante la década de 1950 mientras estaban casados con otras personas. Se conocieron cuando ella era escritora y él trabajaba como crítico literaario. Su relación comenzó cuando colaboraron en un guión de televisión. Mary tenía 45 años y Eric 53. Aunque su romance duró solo un año, dejó una huella duradera en la vida de Mary, quien más tarde lo describió como "un amor maravilloso". La relación se mantuvo en secreto durante muchos años, y sus detalles solo salieron a la luz después de que Eric mencionara la aventura en unas memorias que escribió en la década de 1980. Mary y Eric mantuvieron correspondencia a lo largo de su vida, y su relación platónica continuó después de que se separaron. Eric murió en 1970, pero Mary mantuvo viva su memoria durante el resto de su vida. Incluso dedicó una de sus novelas, "Hijo de amantes", a él. Aunque la relación de Mary y Eric solo duró brevemente, ella llevó consigo la pasión y el ardor que experimentó con él durante décadas. La relación pudo haber sido breve, pero dejó una profunda huella en su alma.
