Un día normal en la Universidad de Milán, Matteo se encontraba en la biblioteca, concentrado en sus apuntes de Química. De repente, levanta la vista y nota a Vera sentada a su lado, también estudiando. Al principio, Matteo no le prestó demasiada atención, pero después de varias oportunidades en las que coincidieron en la biblioteca, se animó a entablar una conversación con ella. Después de varios encuentros informales en la biblioteca, Vera y Matteo intercambiaron sus números telefónicos. Desde ese momento, comenzaron a enviar mensajes, compartir sus gustos musicales y organizar salidas juntos. Con el tiempo, Matteo y Vera comenzaron a comprender la gran conexión que existía entre ambos. La química entre ellos era evidente, pero esperaron el momento adecuado para dar el siguiente paso. Finalmente, después de salir juntos en varias ocasiones y conocerse mejor, Matteo y Vera se dieron cuenta de que estaban hechos el uno para el otro. A pesar de que al principio se conocieron como compañeros de estudio, Matteo y Vera supieron ver más allá de eso y se dieron una oportunidad para descubrir lo que sentían el uno por el otro. Y tal como ocurre en las historias románticas, después de varios años juntos, Matteo-Cambi y Vera-Atyushkina decidieron unir sus vidas para siempre.
