Matthew y Lee se conocieron mientras filmaban una película en Nueva York. Ambos estaban grabando escenas en el mismo set y se encontraron charlando entre tomas. Matthew estaba impresionado por la habilidad de Lee para improvisar diálogos y crear una química natural con los actores con los que trabajaba. Por su parte, Lee admiraba la energía y la pasión que Matthew ponía en su trabajo. Con el tiempo, se fueron haciendo amigos y comenzaron a salir juntos después de las grabaciones. Descubrieron que tenían mucho en común, y además del trabajo, compartían intereses por la cultura pop, la música y los deportes. Juntos, asistieron a partidos de baloncesto, conciertos y visitaron algunos museos. Después de varias semanas, Lee y Matthew se dieron cuenta de que habían forjado una amistad realmente buena y duradera. Se mantuvieron en contacto incluso después de que terminaron de filmar la película y, desde entonces, han trabajado juntos en varios proyectos más, ayudándose mutuamente a mejorar y crecer como artistas.
