Max Ernst y Leonora Carrington fueron dos artistas surrealistas que mantuvieron una relación amorosa y creativa durante varios años. Ernst fue uno de los fundadores del movimiento surrealista en París en la década de 1920 y su obra se caracterizó por el uso de técnicas experimentales y la exploración de la psique humana. Carrington, por su parte, fue una artista británica que se unió al grupo surrealista en México en los años 40 y destacó por su estilo onírico y mágico. La relación entre Ernst y Carrington comenzó en 1937, cuando él estaba casado y ella sólo tenía 20 años. Ernst quedó fascinado por la joven artista y se convirtió en su mentor y amante. Juntos trabajaron en varias obras colaborativas, como la novela "La femme 100 têtes" (La mujer de las 100 cabezas), en la que Ernst escribió el texto y Carrington dibujó las ilustraciones. Sin embargo, la relación entre ambos no fue fácil. Ernst era un hombre complicado y ambivalente, y su comportamiento errático y violento acabó por desestabilizar a Carrington. En 1940, durante la Segunda Guerra Mundial, Ernst fue detenido por las autoridades nazis y enviado a un campo de internamiento en el sur de Francia. Carrington, que estaba viviendo en París en ese momento, cayó en una profunda depresión y finalmente tuvo que huir a España para escapar del acoso de las autoridades. La pareja se separó definitivamente después de estos acontecimientos. A pesar del final turbulento de su relación, tanto Ernst como Carrington continuaron desarrollando sus carreras artísticas por separado. Ernst se convirtió en una figura clave del movimiento surrealista francés y Carrington se convirtió en una de las artistas más importantes del surrealismo mexicano. Ambos dejaron un legado creativo importante que sigue inspirando a nuevas generaciones de artistas.
