Un día soleado en Los Ángeles, Bernie Taupin caminaba desesperado por las calles en busca de su próximo proyecto musical. Mientras caminaba por la ciudad, se encontró con Maxine Feibelman, una hermosa y talentosa pianista que estaba tocando música en un parque cercano. La melodía que ella tocaba capturó la atención de Bernie, quien se acercó a ella y comenzó a hablar con ella. Descubrieron que ambos compartían una pasión por la música y comenzaron a hablar sobre sus proyectos musicales. Maxine estaba buscando un letrista creativo para colaborar en su música y Bernie estaba buscando un compañero musical para escribir canciones con él. A medida que hablaban, se dieron cuenta de que eran la pareja musical perfecta. Decidieron trabajar juntos y comenzaron a escribir canciones inmediatamente. La química entre ellos era obvia. Maxine y Bernie eran tan creativos y apasionados que trabajaban sin parar. Juntos, escribieron algunas de las canciones más icónicas de la historia de la música y su colaboración se convirtió en una de las más exitosas de todos los tiempos. Desde ese día soleado en Los Ángeles, Maxine y Bernie han sido inseparables y han escrito algunas de las mejores canciones de todos los tiempos. Su historia es un testimonio del poder que puede tener la música para unir a las personas y cambiar el mundo para mejor.
