Edward Fitzgerald, el séptimo Duque de Leinster, conoció a May-Juanita Etheridge en un baile de sociedad en la ciudad de Dublín. Él estaba acompañado por su hermana menor, y ella estaba allí como invitada de un amigo de la familia. Desde el momento en que se conocieron, los dos sintieron una conexión especial. Durante toda la noche, bailaron juntos y hablaron animadamente. A medida que la fiesta llegaba a su fin, el duque pidió permiso para acompañar a May-Juanita a casa, lo cual ella aceptó gustosamente. Durante el camino, hablaron sobre todo, desde sus pasatiempos y gustos hasta sus esperanzas y sueños para el futuro. Para cuando llegaron a su casa, ambos se dieron cuenta de que habían encontrado a alguien especial. A partir de ese día, comenzaron a salir juntos y eventualmente se casaron en una hermosa ceremonia en la iglesia local. Juntos, Edward y May-Juanita construyeron una vida llena de amor, aventuras y compromiso mutuo.
