Cierto día, Meghan Markle y Rory McIlroy estaban jugando golf en diferentes campos en Los Angeles. Por casualidad, ambos llegaron al mismo lugar al mismo tiempo para comprar bebidas y snacks. Mientras esperaban en la fila, comenzaron a hablar sobre su amor por el golf y cómo habían venido a jugar. Descubrieron que tenían mucho en común y decidieron jugar juntos al día siguiente. Durante su ronda de golf juntos, la conversación fluyó naturalmente y se dieron cuenta de que les gustaba mucho estar juntos. Después de terminar su juego, decidieron ir a cenar juntos y desde entonces han estado inseparables. Ahora, Meghan y Rory disfrutan de jugar golf juntos y de apoyarse mutuamente en sus carreras.
