Mary-jo y Michael se conocieron en una exposición de arte en Nueva York. Ambos estaban admirando la misma pintura cuando sus manos accidentalmente se tocaron al intentar señalar un detalle. Esto causó que ambos se miraran a los ojos y se sonrieran. Después de conversar un poco sobre la obra, intercambiaron números telefónicos y acordaron reunirse de nuevo para tomar un café. Desde entonces, han sido inseparables y comparten el amor por el arte y los viajes. Ahora, viajan por todo el mundo visitando exposiciones y creando su propia arte juntos.
